«NUNCA PENSÉ Nunca pensé que me alistaría en el Ejército», dice el Capitán Max Krieg, Oficial de Ingenieros 12A en Fort Knox, a las afueras de Louisville, Kentucky. Pero tras ser reclutado para jugar al lacrosse en West Point, pronto cambió de opinión y nunca miró atrás. «El hecho de que el Ejército haya invertido tanto tiempo y esfuerzo en mí me ha cambiado la vida por completo», afirma.
Ahora pasa los días haciendo lo que más le gusta: desafiarse física y mentalmente. Krieg entrena seis días a la semana, de tres a cuatro horas al día, como miembro del Army Warrior Fitness Team (AWFT), un grupo de soldados-atletas de élite que compiten en competiciones nacionales de fuerza y acondicionamiento para apoyar la misión de reclutamiento del Ejército y conectar a las fuerzas con el público en general. A pesar de que la mayor parte de su día gira en torno a la preparación para la competición, todavía hay momentos en los que Krieg debe recurrir a las agallas que se ha forjado en el Ejército. «Durante algunos entrenamientos tengo una voz en la cabeza que me dice que abandone. Pero el ejército me ha enseñado a superar mis límites. Siempre hay una marcha más», dice Krieg.
Lo aprendió en los primeros días de su servicio, cuando fue a la Escuela de Buceo para convertirse en buzo ingeniero del Ejército. Fue uno de los menos de 250 soldados de la escuela que completaron un agotador programa de ocho meses en el que aprendieron reconocimiento, construcción y demolición submarinos. «Es sólo un ejemplo de cómo el Ejército me presenta un desafío, y para mí, tener que profundizar y encontrar la manera de superar ese desafío»
Fue esta experiencia la que le preparó para lo que hace hoy: dirigir la AWFT. Tuvo que aprender a dirigir a sus compañeros, dice Krieg. «Te enseña a ser un líder, no sólo porque la gente tiene que seguir exactamente lo que dices, sino porque quieren seguirte» En su puesto en la AWFT, no sólo es capaz de mantener la pasión por la forma física que le ayudó a entrar en el Ejército en primer lugar, sino que muestra a los demás cómo el Ejército ofrece la oportunidad de perseguir objetivos personales y profesionales, igual que le ha ocurrido a él.
Pero ser el líder de la AWFT también significa que Krieg forma parte de un equipo. «Estar en el Ejército es como estar en un equipo de equipos. Hay un vínculo especial que se forma entre las personas que pasan juntas por cosas difíciles», dice Krieg. «Y como Warrior Fitness Team, hemos cultivado este vínculo y eso es algo a lo que nos aferraremos el resto de nuestras vidas»
El entrenamiento de Krieg no se limita a la fuerza física. El Ejército también fomenta el descanso y el tiempo con la familia. Al final de un día duro o de una competición, a Krieg le encanta pasar tiempo con su mujer, Meg, y su golden retriever, Dennis, para que le recuerden por qué todo su duro trabajo y esfuerzo merecen la pena. «Para mí, personalmente, eso se consigue pasando tiempo con la gente que quiero, riendo y abrazándome, cosas muy sencillas», dice. «La fuerza, como la vida, requiere equilibrio. El Ejército me ha apoyado en todo momento»
Vea el vídeo de arriba para saber cómo el Ejército apoya la vida de Krieg dentro y fuera del uniforme, y luego visite GoArmy.com para comenzar su propia transformación.
