PUNTO PRINCIPAL (TOPLINE):
Los retrasos atribuibles al paciente superiores a 90 días en la atención del cáncer de mama se asociaron con un riesgo más de tres veces mayor de mortalidad a los dos años. Vivir solo fue el único factor predictivo independiente de un retraso prolongado atribuible al paciente (PPAD), aumentando el riesgo de retraso en un 88,2%.
METODOLOGÍA:
Este estudio de cohortes prospectivo y multicéntrico incluyó a 543 pacientes sintomáticas con cáncer de mama diagnosticadas entre 2013 y 2015 en 10 hospitales del Sistema Nacional de Salud de España.
La PPAD se definió como un retraso superior a 90 días entre el inicio de los síntomas y la primera consulta médica. En total, 77 pacientes experimentaron una PPAD.
Los investigadores analizaron las asociaciones entre los retrasos atribuibles al paciente y los resultados clínicos, incluida la mortalidad a dos años, considerando factores sociodemográficos y clínico-patológicos.
El diagnóstico se confirmó mediante técnicas de imagen (mamografía y/o ecografía), seguidas de biopsia.
CONCLUSIONES:
Vivir solo se identificó como el único factor predictivo independiente de la PPAD (odds ratio [OR]: 1,882; IC 95%: 1,033–3,42; p=.039).
La tasa de mortalidad fue del 3,2% entre quienes buscaron atención médica dentro de los 90 días, frente al 11,7% entre quienes experimentaron retrasos mayores.
En el análisis multivariante, los retrasos superiores a 90 días atribuibles al paciente continuaron siendo un factor de riesgo significativo de mortalidad a los dos años (OR: 3,08; IC 95%: 1,05–9,07).
Además, los estadios avanzados de la enfermedad (estadios III–IV) mostraron el mayor riesgo de mortalidad (OR: 6,78; IC 95%: 2,51–18,3).
La edad también fue un factor predictivo significativo (OR: 1,04; IC 95%: 1,01–1,07), al igual que el inmunofenotipo basal-like, que presentó el mayor riesgo de mortalidad entre los subtipos tumorales (OR: 7,49; IC 95%: 2,68–20,9).
IMPLICACIONES PRÁCTICAS:
«Nuestros hallazgos subrayan la necesidad de intervenciones específicas para aumentar la concienciación sobre los síntomas del cáncer y abordar las barreras que enfrentan los grupos vulnerables, como las personas mayores y quienes viven solos, con el fin de reducir los retrasos, mejorar los resultados clínicos, aumentar las tasas de supervivencia y, en última instancia, mejorar la calidad de vida de los pacientes», escribieron los autores del estudio.
FUENTE:
El estudio fue dirigido por Desirée Martín-García, del Hospital Universitario Costa del Sol (Marbella, España), y se publicó en línea el 24 de junio de 2025 en la Revista Europea de Oncología Quirúrgica.
LIMITACIONES:
No se recopilaron datos sobre factores psicosociales que podrían haber contribuido al retraso en la atención médica, lo que limitó la comprensión de las motivaciones de los pacientes.
El estudio se basó en datos autodeclarados respecto al tiempo que tardaron en buscar atención médica, lo cual puede introducir sesgos de recuerdo.
Además, al centrarse exclusivamente en el contexto del sistema sanitario español, la generalización de los resultados a otros países o entornos sanitarios con características culturales distintas puede ser limitada.
REVELACIONES:
Este estudio recibió financiación del Instituto de Salud Carlos III y de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, con cofinanciación del Fondo Social Europeo/Fondo Europeo de Desarrollo Regional.
Los autores declararon no tener conflictos de intereses.
Este artículo fue elaborado utilizando herramientas editoriales, incluida inteligencia artificial, como parte del proceso de redacción. Su contenido fue revisado por editores humanos antes de su publicación.