La dieta Keto está de moda, pero todo apunta a que es perjudicial para la salud

Los expertos en salud cardiaca explican exactamente por qué hay que desconfiar de la dieta que fomenta

los alimentos ricos en grasas. Una dieta keto hace hincapié en un alto consumo de grasas animales y vegetales (como el aguacate), así como proteínas, en lugar de hidratos de carbono. Al reducir la disponibilidad de glucosa para que el organismo la metabolice, se inicia un sistema de respaldo denominado cetosis, en el que el hígado utiliza la grasa para producir energía. Los resultados de la pérdida de peso a corto plazo son dispares; se desconocen los efectos a largo plazo, incluidas las consecuencias del estrés añadido sobre el hígado y los riñones.

El atractivo de esta dieta es claro: anima a comer alimentos deliciosos y ricos en grasas, como queso duro, mantequilla, beicon, filetes e incluso hamburguesas sin pan en cantidades copiosas. La clave es una ingesta muy baja de carbohidratos y un consumo elevado de grasas, de modo que el cuerpo se vea obligado a quemar la grasa almacenada como combustible, en lugar de los carbohidratos.

Pero, ¿es buena la dieta cetogénica? Según un informe de la Asociación Americana del Corazón de Estados Unidos (AHA), no tanto. De hecho, la dieta cetogénica se ha clasificado como una de las menos saludables. El informe clasificó las dietas populares en cuatro niveles, y la keto se colocó en el nivel cuatro, el más bajo.

¿Por qué? Porque restringe grupos de alimentos considerados esenciales para una dieta cardiosaludable y, en su lugar, promueve fuentes de grasas saturadas que están totalmente desaconsejadas.

Quemar grasa se considera una forma ideal de perder peso. El desglose básico del método keto implica consumir menos del 10 % de las calorías de los carbohidratos y más del 70 % de las calorías de las grasas, dice Kristina Petersen, profesora de Ciencias de la Nutrición en la Universidad Tecnológica de Texas (Estados Unidos).

Por lo general, se trata de consumir muchos alimentos de origen animal y menos alimentos de origen vegetal.

“El funcionamiento normal del organismo es utilizar la glucosa o los hidratos de carbono como principal

fuente de energía”, explica Petersen. “Cuando se sigue una dieta cetogénica y se restringe la ingesta de hidrato de carbono, el cuerpo se adapta y utiliza la grasa que se consume para obtener energía. El problema es que no todas las células pueden utilizar las grasas como fuente de energía, así que es ahí donde se forman las cetonas”. La pérdida de peso es la razón más común para hacer la dieta keto, dice Maya Vadiveloo, profesora de Nutrición y Ciencias de la Alimentación en la Universidad de Rhode Island. Desde el punto de vista del comportamiento, puede resultar atractivo para las personas que tratan de perder peso rápidamente, elegir una dieta con más reglas drásticas y eliminar por completo grupos enteros de alimentos, en lugar de pensar en los matices de los carbohidratos complejos y el control adecuado de las porciones, dice. Pero estas restricciones, que a veces pueden ser útiles para perder peso a corto plazo, suelen ser contraproducentes porque no es algo que pueda cumplirse a largo plazo.

¿Cómo adelgaza la dieta keto?

El cuerpo almacena una cierta cantidad de proteínas, grasas e hidratos de carbono para utilizarlos como combustible durante los periodos de ayuno. Ese equilibrio se repone cada vez que se come, pero una vez que los carbohidratos almacenados (que son esenciales para la función cerebral) se agotan, el cuerpo puede utilizarla grasa para crear moléculas llamadas cetonas, como fuente de energía preferida.

Las cetonas son sustancias químicas que el cuerpo produce cuando empieza a descomponer la grasa para obtener energía. Cuando hay cetonas, el organismo entra en un estado metabólico denominado cetosis. A veces, al empezar la dieta, las personas experimentan letargo, sequedad de boca o malestar general: síntomas de la cetosis conocidos como gripe keto. Pero una vez que el cuerpo se adapta, estos síntomas suelen desaparecer.

Para que el cuerpo permanezca en cetosis, la ingesta de carbohidratos debe reducirse al 10 %, lo que implica restringir muchos grupos de alimentos. Los cereales, las frutas, las verduras sin almidón, muchos productos lácteos e incluso algunos frutos secos contienen carbohidratos y, por lo tanto deben limitarse. Para alcanzar estos objetivos nutricionales, es habitual consumir grandes cantidades de productos lácteos ricos en grasa y cortes de carne más grasos. La forma más saludable de seguir la dieta keto sería elegir principalmente fuentes de grasa de origen vegetal como aguacates, frutos secos y pescado azul, por encima de la carne roja grasa. Sin embargo, esto puede ser aún más difícil de mantener, ya que muchas de esas fuentes también contienen carbohidratos.

“Aunque para algunas personas sea posible seguirla de forma más saludable, cuantas más restricciones se impongan a los grupos de alimentos, más difícil será cumplirla, por lo que creo que no es tan probable que, a largo plazo, la gente consuma solo aceites cardiosaludables”, afirma Vadiveloo.

¿Lo peor de las dietas populares? Incluso si puedes llevar la dieta keto de forma óptima, vas a perder la oportunidad de consumir los fitoquímicos saludables y la fibra de los cereales integrales, las frutas y las verduras. Hasta el momento, no existen estudios a largo plazo que revelen las implicaciones para la salud de las personas que siguen la dieta keto.

“Basándonos en lo que sabemos sobre esta dieta (los alimentos que se incluyen y se enfatizan, y los alimentos que se limitan), especulamos que estaría asociada con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular”, dice Petersen, que contribuyó al reciente informe de la Asociación Americana del Corazón (AHA).

NUTRICIÓN 11 “Y sabemos que en los estudios a corto plazo realizados con la dieta cetogénica, las personas presentan elevaciones de los niveles de colesterol en sangre, que es un factor de riesgo clave” añade.

Según Petersen, se ha demostrado que los cereales integrales reducen los niveles de colesterol en sangre, y que las frutas y verduras son buenas para la tensión arterial. Todos estos alimentos se asocian a un menor riesgo de enfermedad cardiovascular a largo plazo.

“Además, yo diría que si la gente no está consumiendo una gran porción de verduras sin almidón, podrían

tener cantidades inadecuadas de fibra, lo que aumenta diferentes riesgos de cáncer, así como corta los efectos. positivos sobre la gestión del colesterol”, dice Vadiveloo, quien también contribuyó al informe de la AHA.

¿El régimen keto es bueno para los diabéticos? La nutricionista certificada Maya Feller dice que muchos de sus clientes quieren hacer keto para perder peso rápidamente, y porque creen que su A1C (un análisis de sangre que mide los niveles promedio de azúcar en la sangre) bajará, lo que puede ser beneficioso para aquellos con prediabetes o diabetes. El reto es que también lleva el LDL o colesterol de lipoproteínas de baja densidad, lo que aumenta el riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular.

“Si alguien tiene diabetes, también estamos pensando en toda su vasculatura y, por tanto, no quiero sugerirle algo que a largo plazo sea perjudicial y que posiblemente fomente la acumulación de placa, lo que sin duda repercutirá en su sistema endocrino”, afirma.

Lo que nos lleva a la pregunta: ¿quién puede beneficiarse de esta dieta?

En opinión de los expertos, la respuesta es: “nadie”. Peterson afirma que cuando se consultan las directrices basadas en la evidencia, no aparece como recomendación para ninguna enfermedad o tratamiento, aparte de la epilepsia resistente a los fármacos (que era el propósito original de la dieta).

NUTRICIÓN

La dieta cetogénica clásica no se recomienda a las personas diabéticas, aunque sí se sugiere una menor ingesta de hidratos de carbono. Esto podría implicar una reducción de entre el 20 y el 40 % de las calorías procedentes de los carbohidratos para ayudar a controlar la glucosa en sangre, frente al 10 % necesario para la dieta keto.

“Creo que hay más compensaciones que beneficios”, afirma vadiveloo.

Feller cree que el verdadero problema es que los niveles de alfa-betización nutricional son bastante bajos para la persona promedio. La gente no sabe realmente qué es una proteína, una grasa o un carbohidrato y cómo consumirlos de forma útil para su constitución individual. Puede que no entiendan que no todos los carbohidratos son iguales, o que tienen un propósito útil. El informe de la AHA aclara que hay formas más y menos sanas de seguir todos los patrones dietéticos po-pulares, y que la desinformación nutricional, el énfasis equivocado o la simplificación excesiva pueden llevar a adoptar patrones no deseados. Feller considera que todo el artículo fue en gran medida una respuesta a la des-

información que se difunde por las redes sociales. Aunque no disponemos de estudios científicos concluyentes que establezcan las implicaciones exactas a largo plazo de la dieta cetogénica, sí sabemos que la naturaleza de la dieta no cumple las directrices de la AHA para la salud cardiaca y que los expertos no la recomiendan para la población general. Cada persona es diferente, pero está pensando en seguir una dieta cetogénica, lo mejor es que hable primero con su médico.

FUENTE: nationalgeographic.com

Publicidad

Especialidades destacadas

0 de 5

Franco Ferriño

Odontología
850
0 de 5

Eduardo González

95
0 de 5

Dra. Paola García Rojas

$300.00

Información relacionada